Marquitos ve el mar por primera vez

Llegó el verano y con él las despedidas. Marquitos tuvo que despedirse de su amigo el pequeño monstruo verde antes de irse de vacaciones con su familia.

– Es hora de que vuelva a casa con los míos.

Marquitos estaba muy triste pero sabía que era hora de que su pequeño amigo volviese a su hábitat natural, un lugar donde los árboles dominan la tierra, un lugar frío pero abrigado por el calor de los animales y la belleza de los bosques.

– No te preocupes, volveré en septiembre cuando el calor se haya ido. Soy tu amigo y jamás te abandonaré, todavía tenemos mucho que aprender juntos. A mi regreso me contarás cuan lindo es el mar y yo te hablaré de la música de los árboles.

A la mañana siguiente cuando Marquitos despertó su amigo ya no estaba, y ese mismo día él también se fue con mamá, papá y su hermano mayor Carlitos a pasar unas vacaciones junto al mar. Nunca había visto el mar. Había oído hablar de él en los cuentos que mamá le leía por las noches y dibujado simplemente le parecía un charco un día de lluvia pero más azul.

Cuando llegaron a la playa Marquitos no pudo creer lo que estaban viendo sus ojos. Lo primero que sintió fue miedo. Ante él se extendía una gran, gigante, ¡supergigante! cantidad de agua que parecía avanzar hacia él. Sintió que iba a arrasar con todo, que se iba a llevar a mamá, papá, Carlitos, el coche, sus juguetes, todo con él. Su mamá se dio cuenta del miedo que reflejaba su pequeño en su rostro y lo cogió en brazos.

– No te asustes cariño. Lo vas a pasar estupendamente aquí. Ven conmigo.

Marquitos se sentó bajo una sombrilla y se quedó observando sus colores y cómo se movía al son de una suave brisa. Después se puso a jugar con la arena dejando de lado el temor que le producía esa masa de agua que parecía no tener fin. Le produjo grandes carcajadas ver como los diminutos gránulos dorados de arena se escapaban de sus manos rápidamente, y cuando enterró sus pies en ella pensó que no había nada más divertido.

– Marquitos vamos al agua que ya es hora de refrescarte. Venga, ve con papá.
– No mami. ¿No ves que estoy jugando con la arena? Luego voy, cuando salga Carlitos.
Miró a su hermano el cual lucía divertido, alguna travesura había pasado por su cabecita y Marquitos se dio cuenta al instante.

Al cabo de un buen rato se cansó de jugar y decidió enfrentarse al agua. El calor que hacía le dio el valor para ello. Ante la mirada constante de su mamá Marquitos se levantó y se acercó a la orilla del mar. Marquitos notó el agua transparente correr por sus pies y ¡un momento! El agua era clara, cristalina ¡no era azul! Sin embargo cuando miraba el frente el mar era inconfundiblemente azul ¿qué estaba pasando? Decidió sentarse hasta que el agua le llegó hasta la cintura y sintió el calor en contraste con el fresquito de su cuerpo sumergido en el agua.

De repente lo vio. Un pequeño pececito saltaba sin parar saliendo del agua para segundos después volverse a meter. Marquitos intentó atraparlo sin lograrlo.

– ¡Hola! ¡Hola! ¡Hola! (glup, glup)
No podía creerlo ¡el pececito le estaba hablando!
– Hooo hola, ¿Quién eres? Preguntó Marquitos.
– Soy un pez. ¡Hola! ¡Hola! (glup, glup)
– ¿Y qué haces ahí? ¿Quieres venir a la arena conmigo? ¿Podemos jugar a…?
– ¡No! ¡Yo no puedo salir… moriré! (glup, glup) No puedo respirar ahí fuera igual que tú tampoco puedes hacerlo aquí bajo el agua. (glup, glup)
– Vaya, no podemos ser amigos. Dijo Marquitos decepcionado. – Oye, ¿Tú sabes por qué el mar parece azul cuando lo miro de lejos?
– Mi casa… sí… El mar es sólo agua, agua salada transparente como toda agua. Pero el cielo azul allá arriba con su sol iluminándolo todo se refleja en el mar, se mira en él como si fuese un espejo y lo vuelve azul. (glup, glup)
– ¿Y en algunos lados verde?
– Claro. El mar está rodeado en su profundidad por tierra, plantas y seres vivos como yo, lo que le da al agua esos tonos verde-azulados, verde vida y azul celestial. (glup, glup)
– ¿Y esta noche cuando no haya sol?
– La luna lo iluminará igualmente dándole al mar un color azul marino precioso y las olas brillarán. (glup, glup)

El pececito se alejó dando saltitos y Marquitos se quedó contemplando tanta hermosura, lo que antes le producía temor ahora le hacía sentir una emoción indescriptible. Cuando fueron a pasear por la playa a la noche y vio a su amiga la luna reflejada en las aguas en calma, pensó que no había nada más bello en el mundo, un mundo que apenas estaba empezando a descubrir.

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Alba Lucia R.P.

2 comentarios en “Marquitos ve el mar por primera vez

  1. Reblogueó esto en profesor3.ceroy comentado:
    ¿Recordáis la primera vez que visteis el mar? Alguna vez habéis pensado que una inmensa masa de agua podría ser tan sólo un gigantesco charco para un niño.

    Os traigo la tercera entrega de Marquitos, publicado por Alba Lucia en su blog “¿A quién le importa cómo está mi alma?”, en la que nuestro pequeño personaje descubre por primera vez el mar e incluso habla con un pez.

    Un bellísimo relato que nos transporta a la ternura del descubrimiento y a lo sencillo que parece todo a pesar de la inmensidad.

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